Fin de curso en CUHK

Pues efectivamente, el curso llega a su fin. Ha sido un bonito reencuentro: con algunas compañeras con las que no trabajaba desde hacía tiempo, y con los estudiantes de Hong Kong. Creo que fue una de las cosas que me apenó más cuando regresé a Madrid, porque realmente el entorno consigue que enseñar aquí sea una muy buena experiencia: recursos, interés por parte de las universidades y de los estudiantes, fundamentalmente. El caso es que antes de que terminara realmente el curso (solo nos queda una clase más, antes de un test y el examen oral) decidí poner en práctica una idea que vi en el curso de formación de formadores del Instituto Cervantes para recoger feedback de los estudiantes. Utilizando la comida como metáfora, colocas cartelones de tamaño A3 por las paredes del aula. En uno recoges los aspectos positivos del curso, por lo tanto es el que recibe el nombre de «delicioso». En el siguiente les pides que escriban todas las cosas que tienen que digerir, lo que necesitan reposar y dedicar un poco más de tiempo. Por último, el «demasiado picante», el que no les gustaría que se repitiera en el curso. Casi lloro de emoción cuando he leído lo que han escrito, pero a lo mejor es que estoy con el día sensiblero…

En fin, me da mucha pena marcharme de nuevo, porque como he dicho antes, ¡se trabaja tan a gust0! Especialmente en los cursos de verano, donde no tienes la presión que se suele sentir durante los semestres. Pero en cualquier caso, ha sido un experiencia muy enriquecedora, donde de nuevo he podido disfrutar mucho con los estudiantes y aprender con ellos.

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Enseñar y el sistema de la curva

Para quien no conozca lo que es el sistema de la curva, dejo un enlace de Wikipedia donde explica perfectamente en qué consiste. Recuerdo que era una de mis mayores preocupaciones cuando trabajaba en Hong Kong. Todos nos esforzamos para que nuestras clases sean acogedoras y que nuestros estudiantes se sientan confiados, con ganas de participar, de aprender, de perder sus miedos… y entonces llega el momento de los exásistema de votaciónmenes, las pruebas. Y de corregir. Y de poner las notas. Y de hacer cálculos para no tener problemas con la evaluación, que todo este en su sitio, que nadie se salga de la página de excell. Entiendo que un sistema de estas características está pensado para minimizar las diferencias de criterio (unos somos más blandos, otros más estrictos…) entre distintos profesores, y garantizar una evaluación más transparente y justa. Creo que es lo que peor lleve de los tres años que me pase enseñando aquí, y  ahora que estamos en un curso muy intenso, con muchas quizzes, y con estudiantes pendientes al milímetro de su nota, tengo la misma sensación. Un poco como si nuestras intenciones de buenos profesores que queremos hacer llegar a nuestros estudiantes a este punto, chocaran con las de un sistema que pretende medir de manera científica todo lo que saben o pueden llegar a dar de sí. Bueno, este tipo de pensamientos solo me llegan cuando tengo que hacer exámenes un poco con la cabeza en eso, y cuando tengo que corregirlos. El problema es que en general los estudiantes de Hong Kong son muy buenos estudiantes, y muy trabajadores, así que la competencia por conseguir las notas mas altas puede ser en ocasiones dura. Porque tener buenas notas es importante y necesario siempre, pero en algunos contextos lo es más que en otros, como en el sudeste asiático. Y de nuevo me pregunto lo poco que se habla de esto cuando se habla de la enseñanza a estudiantes chinos, cuando la evaluación está en el centro y preside (casi) todo lo que haces como profesor, además de ser determinante para los estudiantes…

Probando, probando… Voki para trabajar la pronunciación

En la anterior entrada comentaba cómo trabajando con estudiantes de Hong Kong, y no solo en los niveles más bajos, se hace casi imprescindible insistir mucho con la pronunciación. De hecho, es una de sus más importantes preocupaciones. También comentaba cómo en el programa del curso de verano que estamos impartiendo, una de las sesiones comprendía una sesión de pronunciación, en concreto un taller en el que se les pretende hacer conscientes de los diferentes sonidos del español y las dificultades con las que se pueden encontrar. Para estudiantes chinos, sería percibir la diferencia entre /b/ y /p/, /d/ y /t/, /k/ y /g/, y luego la pronunciación de la temida «r». Pensé que podía ser una buena idea terminar el taller con un poco de producción, en concreto, la lectura de dos trabalenguas en español en los que se tuvieran que enfrentar a los sonidos más complicados del español para ellos: /r/ y /k/. Decidí que podíamos hacerlo a través de voki, e investigando un poco por la página me di cuenta de que hay una parte para profesores, que permite agregar clases y a nuestros estudiantes en cada una de ellas, de manera que podemos tener cada uno de sus trabajos y tareas en una misma página, además de proporcionarles feedback individualmente a cada uno de ellos. Lo primero que hice fue crearme mi avatar, y enviarles usando la opción de typing las instrucciones. Bueno, un poco para que vieran de qué se trataba y se familiarizaran con la página. Es decir, que el trabajo consistía por una parte en crearse un avatar y configurarlo de la manera que ellos creen más conveniente; y por otra, la grabación de los dos trabalenguas con los sonidos difíciles.

Hacerlo a través de voki classroom supone que tienes que tener la cuenta con ellos (gratuita) y darte de alta en el servicio específico de voki classromm (hay otro diferente para hacer presentaciones), unos 11 euros al año. Entre unas cosas y otras, estoy suscrita a servicios de distintos productos, para probar y para ver lo que puedo hacer con estudiantes y… bueno, 11 euros no son demasiado, sobre todo si lo voy a usar, como pretendo, con asiduidad. El caso es que si no os interesa hacerlo de esta manera, la opción gratuita sigue siendo interesante: crear un avatar y modificarlo a tu gusto, y ponerle voz usando un micro, tecleando un texto, o subiendo un archivo de voz.

Me gusta lo que comento sobre tener todos sus trabajos juntos, poder aprobarlos o señalar directamente en la herramienta que deben repetirlos (acabo de hacer eso con un estudiante que en lugar de leer usando su voz, ha tecleado «Hola, ¿qué tal?), la posibilidad de darles feedback (breve, pero suficiente para lo que les he pedido hacer), e incluso poder hacer embed en un blog o página web. He configurado la página como privada, pero en el futuro me gustaría poder dejarla en abierto, para que pudieran ver lo que hacen sus compañeros y tener otros modelos que no sean solo los que las profesoras ofrecemos… PicMonkey Collage.jpg